me
duele tanto adentro, el corazón
me he roto de tanto llorar
y la soledad se hace una conmigo
maría, de nuevo
rota y estúpida
de nuevo estás aquí
//
i'm hurting deep inside my chest.
my tears taste like the deep, black sea.
Escritos Varios
Los trozos de papel que hemos dejado caer con las gotas.
sábado, 14 de mayo de 2016
martes, 15 de marzo de 2016
domingo, 26 de julio de 2015
Vuelvo a los rincones tristes, las esquinas viejas, las mismas direcciones.
Probablemente continúe la vida, como lo hace todos los días. Problablemente cada tienda, cada local, cada persona siga con lo suyo. Pero la realidad es que todos cambiamos. Con el tiempo y las situaciones y millones de acontecimientos, todos los días somos alguien distinto. Pero igual que ayer, igual que hace unos meses, igual que en diciembre y enero, te amo hoy. Y no es una coincidencia que la yo de hace unos meses haya pasado por tantos días y ahora esté, igual, gigantescamente atada a ti, aún hoy, aún después de innumerables conversaciones y lágrimas que eventualmente se volvieron invisibles. No es coincidencia que después de un año de estar en un mal lugar, de sentirme fuera del mundo, pueda por fin sentirme parte de algo-- de alguien. Hemos estado divagando, ahogándonos, corriendo, caminando, compartiendo juntos, desde hace unos meses. Para muchos no significa nada. No significa nada un octubre, o un siete de enero, o un junio un poco roto.
No me sorprende, entonces, tener los ojos cubiertos de lágrimas en este momento. Eso es lo que viene después. Viene el miedo, pero con él, viene el amor.
Probablemente continúe la vida, como lo hace todos los días. Problablemente cada tienda, cada local, cada persona siga con lo suyo. Pero la realidad es que todos cambiamos. Con el tiempo y las situaciones y millones de acontecimientos, todos los días somos alguien distinto. Pero igual que ayer, igual que hace unos meses, igual que en diciembre y enero, te amo hoy. Y no es una coincidencia que la yo de hace unos meses haya pasado por tantos días y ahora esté, igual, gigantescamente atada a ti, aún hoy, aún después de innumerables conversaciones y lágrimas que eventualmente se volvieron invisibles. No es coincidencia que después de un año de estar en un mal lugar, de sentirme fuera del mundo, pueda por fin sentirme parte de algo-- de alguien. Hemos estado divagando, ahogándonos, corriendo, caminando, compartiendo juntos, desde hace unos meses. Para muchos no significa nada. No significa nada un octubre, o un siete de enero, o un junio un poco roto.
No me sorprende, entonces, tener los ojos cubiertos de lágrimas en este momento. Eso es lo que viene después. Viene el miedo, pero con él, viene el amor.
martes, 5 de mayo de 2015
¡me mudé!
tú, persona extraña que podía ver las entradas de mi blog. si no te hubieras metido a unas individualmente, no me hubiera ido de aquí.
antes era nada para todos
ahora es todo
para nadie.
antes era nada para todos
ahora es todo
para nadie.
Textos cortos muy pendientes
Carta Estrellada
Diana, te odio. Bienvenida a mi colección de personas que odio porque amo y porque no puedo olvidar, y porque están en todos mis sueños. Por favor siéntate entre Lina y S. y Daniela y Alejandra y su grupo. Y Juan y Miguel y el resto. Te dan calor humano.
---
Sigo pegándole a todo tipo de superficies cuando me da vergüenza o rabia algo. Me hubiera gustado yo romper el celular antes que se rompiera solo. Antenoche me di un puño en la cabeza de tal magnitud que me duele todavía, me salió un chichón. Pegándole a algo rompí la pantalla de un computador. Le pego al teclado, a la crema, al colchón, al borrador (que rebota lo más de bien). Le pego a las rejas, a los ladrillos. Le pego a todo sin que me duela. He notado que le temo al dolor.
Diana, te odio. Bienvenida a mi colección de personas que odio porque amo y porque no puedo olvidar, y porque están en todos mis sueños. Por favor siéntate entre Lina y S. y Daniela y Alejandra y su grupo. Y Juan y Miguel y el resto. Te dan calor humano.
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Sigo pegándole a todo tipo de superficies cuando me da vergüenza o rabia algo. Me hubiera gustado yo romper el celular antes que se rompiera solo. Antenoche me di un puño en la cabeza de tal magnitud que me duele todavía, me salió un chichón. Pegándole a algo rompí la pantalla de un computador. Le pego al teclado, a la crema, al colchón, al borrador (que rebota lo más de bien). Le pego a las rejas, a los ladrillos. Le pego a todo sin que me duela. He notado que le temo al dolor.
miércoles, 22 de abril de 2015
domingo, 19 de abril de 2015
Ismael Quantum
Soy por fin libre de escribir lo que se me da la gana. escribir por mí. muerte a las mayúsculas. viva quantum.
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